Objetivo: conceptos básicos. y III: clasificando objetivos

Fotografía de un amplio grupo de objetivosTercer y último escrito sobre el apasionante mundo de los objetivos para SLR. En los dos anteriores hemos visto lo que significan sus principales características: la distancia focal y la abertura máxima. En este vamos a intentar algunas clasificaciones que nos orienten un poco al enfrentarnos a las tremendas colecciones con las que los fabricantes nos tientan.

Prefacio: no se me líen con el factor de multiplicación de su cámara

Un detalle importante: siempre que se habla de distancia focal de un objetivo nos referimos al numerito que tiene grabado, que es el que es. La siguiente clasificación se basa en las distancias focales para una cámara de película de 35mm, o una digital de sensor completo. Esto no siempre es lo que es.
En épocas pretéritas, cuando sólo habían cámaras químicas, el tamaño de película estaba estandarizado (con algún intento de salirse del plato que no prosperó) (nótese que no intento hablar de cámaras de medio o gran formato. Ese es un estadio superior de existencia del que no hablaremos por el momento). Desde la más modesta compacta hasta la Nikon F4, la Canon EOS 1v o la Leica M7, todas usaban los mismos carretes de película de 35mm. Esta democracia que igualaba a la más sencilla de las criaturas con las top model usadas por unos pocos elegidos desapareció con el advenimiento de la era digital, y cada fabricante ha apostado por el tamaño de sensor (que a efectos focales viene a ser el tamaño del negativo) que mejor le parecía. Y eso afecta a las distancias focales y a como funcionan los objetivos.
Así que a partir de ahora cuando lean «el objetivo de 50mm es considerado el normal», ya no estamos hablando del numerito grabado, estamos hablando de su clasificación. La lectura correcta es «el objetivo de 50mm es considerado el normal en una cámara de película de 35mm, o una digital de sensor completo.» Queda como tarea para el lector averiguar el factor de multiplicación del sensor de su cámara (truco: mirar el manual), multiplicarlo por la distancia focal del objetivo, y mirar entonces esta clasificación.
Por ejemplo: «el objetivo de 50mm se considera normal. Un 75mm se considera un teleobjetivo». Tenemos un objetivo de 50mm (numerito grabado). En una EOS 5D, que es de sensor completo, este objetivo es un objetivo normal. Nos prestan una EOS 400D, que tiene un factor de multiplicación de 1.6. Ops. El mismo objetivo en esta cámara es ahora un 50×1.6=80mm. Esto ya es un teleobjetivo.
Captada la idea, podemos clasificar los objetivos de distintas maneras:

Por su distancia focal

en breve:
– 50mm: objetivo normal, ángulo de visión similar al ojo humano
– menor: gran angular, mayor ángulo de visión, gran profundidad de campo, mola para paisajes
– mayor: teleobjetivo, menor ángulo de visión, acerca objetos, poca profundidad de campo, mola para deportes y fotografiar bichos de lejos

objetivo normal
Sus 50mm de distancia focal son muy similares a los 43mm de la diagonal de un negativo de 24x36mm (esto es, a la diagonal de la imagen que se proyecta sobre este negativo), y cubre un ángulo de visión de unos 46º, similar al ojo humano. Por ello su campo de visión es muy similar al que vemos normalmente. Las razones de que sea 50mm y no 43 son más bien técnicas, ya que a principios del siglo XX, cuando empezaron a fabricarse estos objetivos, esta distancia daba una mejor calidad de imagen. Algún día escribiré algo sobre Oscar Barnack, inventor tanto del objetivo de 50mm como de las cámaras de 35mm (no es una casualidad, obviamente), que por desgracia no es tan conocido como se merece.
Esta íntima relación entre la distancia focal y la diagonal del negativo (sensor), hacen que por lo general los objetivos de 50mm sean los que proporcionan una mayor nitidez de imagen así como los que disponen de mayores aberturas y presentan menos aberraciones, todo ello con una construcción relativamente más sencilla que otras focales, lo que suele traducirse en un menor peso y volumen. Son factores importantes a tener en cuenta a la hora de empezar nuestra colección de lentes.
Aún siendo desplazado por zooms de kit, el 50mm sigue siendo uno de los objetivos más utilizados, precisamente por esa capacidad de reflejar aproximadamente lo que el ojo ve. Muchos fotógrafos, entre ellos grandes maestros, no usan otra distancia focal. Se considera el mejor objetivo para iniciarse en la fotografía, ya que fuerza al fotógrafo a moverse y trabajar la composición de la imagen, en lugar de tirar de zoom o cambiar a otro objetivo sin moverse del sitio.
gran angular
Los objetivos con distancia focal por debajo de los 50mm (entre 24 y 35) son llamados grandes angulares. Su ángulo de visión es mayor que el de 50mm y tienen una mayor profundidad de campo, por lo que son ideales para fotografía de paisajes, interiores o retratos donde se desea mostrar parte del entorno. Ofrecen una notable distorsión de la perspectiva cuando se fotografían elementos muy cercanos, lo cual puede aprovecharse para conseguir efectos interesantes (de la misma manera, también puede aprovecharse para conseguir imágenes aburridas con algo de distorsión, para que vamos a engañarnos).
ojos de pez
Es un gran angular extremo que cubre un ángulo de visión de 180º o más, con una distancia focal de 19mm o menor, a costa de introducir una enorme distorsión de la perspectiva en la imagen, lo que los limita a usos técnicos y artísticos. Al igual que su ángulo de visión, su precio y tamaño también son extremos, llevándose la palma un 6mm f/2.8 fabricado por Nikon, con un ángulo de visión de 220º, un peso de 5.2 Kg y que sólo se fabrica por encargo.
teleobjetivos
Por encima de los 50mm hablamos de teleobjetivos. Su nombre proviene del griego tele, «a distancia», lo que nos dá una idea de su principal uso: «acercar» los objetos lejanos. Los teleobjetivos también «aplanan» las imágenes, en el sentido de que dos objetos situados a cierta distancia entre sí en la línea de visión parecen estar más cerca entre sí cuanto mayor es la distancia focal del objetivo. Los teleobjetivos tienen una profundidad de campo menor cuanto mayor es la distancia focal, por lo que requieren un enfoque más fino, especialmente para objetos lejanos.
Un tele corto (70-90mm) es el objetivo ideal para retratos, al combinar una nitidez de imagen similar a la del 50mm, con la posibilidad de alejarnos algo y no intimidar tanto al modelo, y su menor profundidad de campo permite, si es necesario, desenfocar el fondo para que no distraiga del punto de atención.
Teles algo más largos (hasta 200-300mm) son los utilizados habitualmente en fotoperiodismo, deportes o naturaleza, donde no siempre es posible (ni seguro) acercarse al motivo, a la vez que mantienen un tamaño y peso decente manejable.
Los superteleobjetivos (mayores de 300mm) son, como los ojos de pez, escandalosamente caros y pesados. De hecho, son aún más escandalosamente caros y pesados, especialmente los más luminosos. Tan sólo se usan en ciertos deportes (¿se han fijado en los megaobjetivos que usan los fotógrafos de fútbol?, pues esos son) y en fotografía de animales, sobre todo aves. El caso extremo es el Zeiss Apo Sonnar T* 1700mm f/4 presentado en la reciente Photokina, que pesa 256 Kg y del que en el momento de escribir esto tan sólo existe, que se sepa, un ejemplar. Su precio es desconocido, pero es vox populi que algunas de sus lentes son más caras que un coche de lujo.
Al igual que ocurre con los grandes angulares, según nos vamos alejando de 50mm, van aumentando las distorsiones y aberraciones ópticas que podemos encontrarnos. Los objetivos de construcción moderna consiguen reducirlas en buena medida (especialmente cuánto más alto es el numerito que indica el precio), pero no está de más tenerlo en cuenta.

Por su tipo de distancia focal

en breve:
– distancia focal fija: mayor calidad, más baratos y ligeros
– zooms: abarcan un rango determinado de distancias focales (pe, 70-210mm). No hay que cargar con tres o cuatro objetivos equivalentes

Un objetivo puede tener una distancia focal fija, o variable. En este último caso, se conocen como zooms.
Los zooms pueden tener una gama de focales muy amplia, que abarque tan sólo una de las clasificaciones anteriores (como un 70-200), o que cubra varias de ellas (como un 28-200). A diferencia de las cámaras compactas, la distancia focal se varía manualmente, girando el objetivo o moviendo una de sus piezas hacia adelante/atrás. En los casos en que el cambio se hace girando el objetivo, es importante fijarse en si la parte delantera del mismo también gira: esto puede ser una molestia cuando usamos filtros como un polarizador o un degradado, cuyos efectos cambian según su posición.
¿Que es mejor? ¿una lente de focal fija o un zoom? La respuesta es un rotundo… depende. Depende de sus necesidades, de sus preferencias, de su presupuesto e incluso del tema concreto que vaya a fotografiar en un momento dado. Las lentes fijas por lo general dan mayor calidad de imagen, tienen menos distorsiones y son más baratas. Los zooms ocupan (y pesan) menos, si los comparamos con las lentes fijas que sustituyen, ofrecen mayor versatilidad y evitan cambios de objetivo, lo que disminuye el riesgo de ensuciar el sensor.
Lo habitual es combinar ambos tipos para cubrir todo el rango de focales. Personalmente, en mi época de SLR química, tenía un 28, un 50 y un 70-210, y tan contento. Cuando dé el salto a SLR digital, pasaré de nuevo por el indeciso calvario de que lentes comprar, ya les contaré…
Este artículo de Digital Photography School puede ayudarle a decidir.

Objetivos especiales

Por lo general, estos objetivos tienen usos muy específicos y normalmente uno no se plantea usarlos si no es realmente necesario, pero no está de más conocerlos.
macros
La macrofotografía consiste en fotografiar motivos con una relación de 1:1, es decir, que el tamaño del motivo será el mismo que se refleje en el negativo (si fotografiamos un objeto de 1 cm, tendrá un tamaño de 1 cm en el negativo/sensor). A menudo la relación no es tan estricta, y se califican como objetivos macro los que se acercan bastante a esa relación.
Este tipo de fotografía puede realizarse con accesorios especiales, como tubos de extensión o lentes de aproximación, o con objetivos especialmente preparados para ello, que proporcionan un enfoque adecuado a las cortas distancias a las que trabajan. Existen objetivos de uso general con una posición macro, pero sus resultados no son tan buenos como un objetivo especialmente diseñado para este tipo de fotografía.
objetivos basculantes o descentrados
Son objetivos con una construcción especial que corrige la perspectiva cuando el plano focal no está en paralelo con el motivo fotografiado (por ejemplo, en la fotografía de fachadas de edificios altos). Suelen usarse casi exclusivamente en fotografía de arquitectura, y en cámaras de medio formato.
catadióptricos o de espejo
Su construcción incluye una serie de espejos que aumentan el recorrido de la luz dentro del objetivo (de manera similar a la construcción de un telescopio) lo que permite mayores distancias focales sin llegar a tamaños y pesos extremos. La calidad suele ser algo menor, y ya no suelen verse mucho.
lensbabies
Las lensbabies, que causan furor en ciertos círculos, son objetivos de bajo coste que tienen muy poca nitidez a ciertas aberturas, lo que dá a las fotos un efecto de halo o blur, que dirían los ingleses. Algunos modelos también permiten un descentrado, lo que provoca distorsiones en la perspectiva. Añadimos una intensa aberración cromática y tenemos una auténtica lente de juguete, que sin embargo, y precisamente por sus especiales características, se ha convertido en toda una curiosidad.
objetivos rápidos
Realmente no son «objetivos especiales» como los anteriores, sino objetivos con una apertura máxima muy alta, como 1.4 o 1.2 (para 50mm), o 2.8 (para 400mm), lo que permite trabajar con ellos a velocidades mayores que los de luminosidad más baja. Aunque existen objetivos con f < 1 para cine y aplicaciones especiales, creo que en fotografía los más rápidos (luminosos) son el Leica Noctilux M 50mm f/1.0 y el Canon EF 50mm f/1.0L USM.

¿Y todas esas letritas que llevan los objetivos?

Aparte de la distancia focal y la abertura, los objetivos suelen llevar una serie de crípticas iniciales en su denominación, tal que L, EF, VR, DX, o similares.
Explicar todas estas iniciales daría para un post completo, que es exactamente lo que han hecho Miguel Michán de Backfocus en su excelente El Tórrido Mundo de las Siglas en los Objetivos, y Sergio de la Torre en Abreviaturas de objetivos, ambos de lectura indispensable.
Para complementar, Ken Rockwell tiene una página sobre tecnología y terminología de Nikon, donde se explican (en inglés) las correspondientes a objetivos Nikkor.

Y para acabar

…hay que ver, y yo pensaba meter todo esto en un único post, pues sí que…. Les prometo que los próximos serán más breves.
Bueno, para acabar, un consejo: sea cual sea el objetivo que le pongan a su cámara, usen siempre, siempre, un filtro, de esos que se enroscan por delante. Los filtros más caros son bastante más baratos que los objetivos más económicos, y siempre es preferible que se raye o ensucie el filtro que la lente frontal de nuestro objetivo. Los más habituales para este cometido son los UV o los Skylight, aunque hay quien prefiere polarizadores. Ustedes mismos. Pero usen un filtro en todos y cada uno de sus objetivos.
Ah.
Y tengan cuidado ahí fuera.

Para saber más

Rediscover The 50mm Lens. The Joy And Excitement Of Subjective Photography [en]
Uses and applications of 35mm lenses [en]
Perspective correction lens en la Wikipedia [en]
Equipos para macrofotografía

Fe de (cuasi)erratas (25/11/06)

Revisando el texto me he dado cuenta de que en realidad el Zeiss de 1700mm es un objetivo para cámaras de medio formato. Si nos ceñimos a objetivos para SLR, el trofeo a la mayor distancia focal va para el Canon 1200 mm f5.6 EF L USM. Un monstruito de 16 kilos de peso, casi 90.000$ de precio, construido sólo por encargo, y del que hay una docena en activo en todo el mundo. Tiene incluso su propia entrada en la Wikipedia.
Actualización de la fe de erratas (2/12/06): estoy fino yo… Pues no, ni el Zeiss 1700 ni el Canon 1200… El teleobjetivo con la mayor distancia focal jamás construido para una réflex (léase el rotundo «jamás construido» más bien como «que yo sepa») es el Nikkor 2000mm f/11. Dos metros de distancia focal. 17,5 kilos, 254mm de frontal y distancia mínima de enfoque 18 metros. Como decimos por aquí: Ños!

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9 Respuestas

  1. BioMaxi dice:

    Lo del factor de multiplicación por el tamaño del sensor es algo que da para hablar mucho… pero eso será en el siguiente capítulo. Porque habrá más, verdad? ;-)

  2. Akrog dice:

    Sí, sí, por favor.

  3. Netito dice:

    Aivá, que inesperada aceptación de mis post-ladrillo :)
    Bueno, la verdad es que de objetivos no me queda mucho que decir, pero tomo nota: «el público enfervorizado pide un artículo sobre sensores» ;)

  4. BioMaxi dice:

    Es que en esto de lo digital, el tamaño del sensor importa mucho más que el tamaño de la película. Bueno, en realidad el tamaño en sí te afecta el ángulo de visión y la profundidad de campo, pero además el rango dinámico, el ruido, y volviendo a los objetivos, el poder de resolución, y el efecto de la difracción, todo depende del tamaño de cada pixel…
    diox, cada día soy más friki de la óptica fotográfica :-D

  5. Netito dice:

    Aivá, pues sí que tienen nivel mis lectores…. No se yo si voy a llegar a tanto detalle en mis post-ladrillo, pero bueno, se hará lo que se pueda ;)
    Aunque antes de volver a temas teórico-técnicos, pondré algo de otras secciones que tengo algo abandonadas (y así tengo tiempo para documentarme :)

  6. Victor dice:

    Que bien, ya tengo lectura pa’ el finde.. gracias.

  7. xpjt dice:

    Muchas gracias maestro, voy a ver su galeria de flickr

  8. Guillermo dice:

    Te felicito por la claridad de lo expuesto. Gracias por «desasnarnos» un poco.

  9. FELINO dice:

    Gracias por el articulo. De seguro que es el mas ameno y coloquial de la web,
    sl2

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