La foto de la niña de Vietnam
¿Puede una foto acabar con una guerra? Seguramente no. Pero muchas fotos pueden llegar a cambiar la percepción que «el público» tiene de esa guerra. Y cuando la población de un país deja de apoyar una guerra y empieza a verlo como algo perverso, entonces el fin de esa guerra está mucho más cerca.
Esa es una lección muy bien aprendida por los Estados Unidos después de la Guerra del Vietnam, una de las más fotografiadas de la historia, y por ello los últimos conflictos en los que han participado fuerzas estadounidenses (y de otros países que han copiado esta política) gozan en las noticias de una aséptica estética de videojuego producto de un cuidadoso filtrado de la información gráfica que se deja salir (¿recuerda usted alguna imagen de algún soldado de «la coalición» herido o muerto en Iraq o Afghanistán?). Claro que peor son otros conflictos, en los que nisiquera hay periodistas, y que por tanto, simplemente no existen. Pero eso son otras historias, que deberán ser contadas en otra ocasión…
De las docenas de miles de fotos de la guerra del Vietnam, sin duda la que más impactó las conciencias de Occidente, marcó un hito en el rechazo social a la guerra, cambió la forma de ver lo que sucedía en Vietnam y se convirtió por derecho propio en un símbolo e icono del siglo XX, fue la famosa foto de «la niña de Vietnam». La niña, de nueve años, se llamaba Phan Thi Kim Phuc, y el fotógrafo, de veinte, Huynh Cong Ut (más conocido como Nick Ut).
A principios de junio de 1972, las tropas del Vietnam del Norte mantenían violentos combates en los alrededores de la carretera 1, que desde Saigon se dirije hacia Camboya. El 8 de junio de 1972, los combates entre las tropas de Vietnam del Norte y del Sur se centraban en la aldea de Trang Bang, a unos 40 Km de Saigón, que sufría ya tres días de lucha.
Varios fotógrafos, así como cientos de refugiados, se encontraban en las afueras de la aldea cuando, cerca de la una de la tarde, dos Skyraider de la aviación surcoreana bombardearon con napalm y fósforo blanco la aldea. Un grupo formado por civiles y soldados sudvietnamitas abandonó el templo de la aldea y corrió hacia el grupo de refugiados y periodistas. Uno de los pilotos, confundiéndoles con tropas norvietnamitas, se desvió de su objetivo y les atacó.
Entre el humo y las llamas, grupos de civiles con terribles quemaduras siguieron corriendo por la carretera principal, hacia los fotógrafos y las tropas del sur. Entre ellos, La fotografía: una mujer mayor que gritaba pidiendo auxilio, con un bebé en sus brazos, ya muerto por las quemaduras. La mayoría de los fotógrafos vació sus carretes en esa impresionante imagen, incluyendo a Nick Ut, que usó una de sus Leicas y una Nikon. Es muy habitual que los fotoreporteros lleven varias cámaras, lo que les ahorra los valiosos segundos que se tardan en cambiar de óptica o, por aquel entonces, en rebobinar o cambiar el carrete. Y eso fue exactamente lo que pasó.
Cuando todos estaban rebobinando y cambiando los carretes de sus cámaras, Nick oyó a una niña que corría hacia ellos, sin su ropa, que había ardido, completamente cubierta de quemaduras y gritando «Nong qua, nong qua» («muy caliente, muy caliente»). Nick Ut llevaba cuatro cámaras. Y su Leica M2, aún cargada con película Kodak 400, les hizo entrar en la historia de la fotografía.
La niña pasó junto a ellos, y cuando se detuvo, Nick Ut y otro periodista, Christopher Wain, le dieron agua y la cubrieron con un poncho. Ut cargó en el minibus que le había llevado hasta allí a la niña, sus hermanos (uno de los cuales es el niño que aparece en primer plano en la foto), y su tía, y los llevó hasta el hospital de Cu Chi, donde la niña llegó ya inconsciente. Nick Ut no la dejó hasta que contó a los ya agobiados y saturados médicos la historia y se aseguró de que empezaban a tratarla.
Al volver a las oficinas de AP (la agencia para la que Ut trabajaba) en Saigon, un asistente reveló los ocho carretes (más de 200 fotos) que Nick Ut había tomado ese día, y seleccionaron varias para enviarlas, vía radio, a las oficinas centrales de la agencia, pero un editor rechazó la foto de la niña por mostrar un desnudo frontal, lo que iba contra las políticas de la agencia. No obstante, el jefe de la oficina vió la foto y convenció al director de la oficina de Nueva York del valor de la imagen.
La imagen fue enviada y al día siguiente fue portada en diarios de todo el mundo. Fue Foto del Año del World Press Photo de 1972, y en 1973, recibió el Pulitzer. También ha recibido otros importantes premios de fotoperiodismo.
El negativo original (algo rayado) se conserva junto a otros once de ese día en los archivos de AP.
Es curioso, y destacable, que en el «incidente Trang Bang» no hubo ningún estadounidense implicado, aparte de algunos de los reporteros. Todas las tropas combatientes, los civiles, la aviación, e incluso toda la cadena de mando a cargo de la operación, era completamente vietnamita, aunque en la imaginería popular se ha asentado la idea de que fue la aviación estadounidense la que bombardeó la aldea, o que fue un oficial estadounidense el que ordenó el bombardeo. Algo a lo que ayudó la «confesión» en 1996 del capitán del ejército estadounidense John Plummer, que primeró afirmó haber participado en el bombardeo, y luego haberlo ordenado. Ambas afirmaciones resultaron ser falsas, ya que Plummer, aunque efectivamente fué asesor militar en Vietnam, nunca coordinó operaciones aéreas con la aviación o el ejército sudvietnamita, algo para lo que no tenía autoridad.
La niña
Kim Phuc, que por aquel entonces contaba nueve años, permaneció hospitalizada bajo los cuidados del doctor Mark Gorney, cirujano plástico de San Francisco que trabajaba de voluntario en Saigon. 14 meses, durante los cuales fue sometida a 17 operaciones y dolorosos tratamientos, después de los cuales volvió a su aldea y empezó los estudios de medicina. Desde 1982, su imagen y persona fueron ampliamente utilizadas para la propaganda del régimen comunista vietnamita. Fué tratada de sus quemaduras en Alemania, en un tratamiento costeado por la revista Stern, y años después viajó a Cuba, donde permaneció seis años estudiando español y farmacia, y donde conoció a su marido, también vietnamita. En 1992 se casaron y viajaron a Moscú en su viaje de bodas. A la vuelta del viaje, durante una escala en Canadá, desertaron y fueron acogidos en el país, donde vive aún hoy en día con su esposo Bui Huy Toan y sus dos hijos, Thomas y Stephen. A finales de los 90 sus padres se reunieron con ella, aunque uno de sus hermanos y otros familiares aún permanecen en Trang Bang.
En noviembre de 1997, fué nombrada Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO.
También en 1997, creó la Kim Foundation en Chicago, que más tarde abrió una delegación en Canadá, una fundación dedicada a proporcionar ayuda médica y psicológica a niños afectados por conflictos bélicos.
El fotógrafo
Huynh Cong Ut comenzó a trabajar para Asocciated Press a los 14 años, pocas semanas después de que su hermano, también fotógrafo de AP, muriese en un bombardeo. Con lo que aprendió de su hermano, y su formación autodidacta, cubrió las guerras de Camboya y Vietnam, en las que fué herido tres veces. En abril de 1975 fue evacuado de Vietnam hacia Filipinas, y posteriormente pasó por Tokio, Hanoi, y California, donde vive actualmente, nacionalizado estadounidense, y sigue trabajando para Associated Press.
Durante la guerra Nick Ut visitó varias veces a Kim Phuc en Trang Bang, y después de la guerra no se vieron hasta que volvieron a encontrarse en 1989 en Cuba. Han vuelto a reunirse en varias ocasiones desde entonces, incluyendo un encuentro con la Reina de la Inglaterra en la inauguración de la exposición «Making the Modern World» del London Science Museum, en la que se exhibió la cámara usada para tomar la famosa foto. En 2000 volvió a Trang Bang, donde se encontró con Phan Thanh Tam, el hermano de Kim Phuc que también aparece en la foto.
(Por cierto, hoy, 29 de marzo, es su 55 cumpleaños. Chúc mừng sinh nhật Nick Ut).
Para saber más
The Survivor, un excelente y amplísimo artículo sobre la fotografía y sus protagonistas en Digital Journalist, que no debería perderse (aunque esté en un perfecto inglés) y que cuenta con mucho más detalle esta historia, profusamente ilustrada con otras fotos de ese día y de los meses y años siguientes. Ha sido la principal fuente de este post.
«¡Dios mío, no quiero que muera!», entrevista con Nick Ut en BBC Mundo.
RTVE ha publicado en Internet un excelente documental sobre esta foto.
La niña de la foto, entrevista con Kim Phuc en BBC Mundo.
Fundación Kim Phuc.
The Girl in the Picture, de Denise Chong, la historia de la niña de la foto.
Artículo sobre Kim Phuc en Peace.ca
Kim Phuc en la Wikipedia [en]
Huynh Cong Ut en la Wikipedia [en]
Entrevista a Kim Phuc en la web de la UNESCO.
Algunas notas sobre la (no) intervención estadounidense en el bombardeo.
Quiero que cuando la gente vea esa foto entienda que no quiero más guerras en el mundo. Hay que acabar con las guerras. No debe haber más fotos de quemaduras de napalm. No sólo hablo de la guerra de Vietnam. No debe haber ninguna guerra.
Huynh Cong ‘Nick’ Ut
Interesantísimo reportaje, muchas gracias.
Una cosa de la que no seguir culpando a los estadounidenses y una historia de humanidad y pacifismo preciosa.
Qué ganas tengo de visitar la exposición de Cartier-Bresson con un ser humano ilustrado y fotogénico perdido como el autor de este blog.
Gracias por el trabajo, sabia bastantes detalles pero leerlo del tiron esta muy bien, da una idea mejor. Nunca me lo habian contado tan bien.
Buen trabajo, como dice Jose quien más quien menos sabe parte de la historia pero verlo junto esta muy bien y mirare los enlaces.
Se podrian decir muchas cosas a proposito de esta historia. Tal vez en ese ataque no participaron pero si en muchos otros. No conozco el tema en detalle pero creo que mucho peor que el napalm fue el agente exfoliante «naranja», todavia hoy segun tengo entendido siguen naciendo niños con graves malformaciones. Es un asco la guerra, y cada vez peor.
Una curiosidad (una tonteria al lado de la historia esta), es que tengo una Nikon F que estuvo en Vietnam. Fue de un fotografo militar americano. Sigue funcionando perfectamente, un dia os la enseño y os cuento la historia.
Excelente trabajo … lo tomaré prestado con la respectiva referencia y créditos.
Muchas gracias por los comentarios :)
Aunque casi todo el mérito es de la gente de Digital Journalist. Si les interesa la historia de esta foto, recomiendo encarecidamente el primer enlace, donde la encontrarán contada con mucho más detalle (eso sí, en inglés).
Frikosal, estaré atento a mi bloglines para conocer la historia de esa cámara :)
Interesante reportaje. No recordaba la foto hasta que le he visto. Cada vez que veo fotos del mismo estilo siempre recuerdo lo asquerosas que son las guerras y luego se me hace un nudo en el estómago provocado por la impotencia de no tener poder suficiente como para pararlas o, mejor, evitarlas.
Ojalá fuese Superman..
Es la realidad, y es doloroso que tengamos que entenderla con el dolor humano de inocentes, pero quienes tienen en sus manos el poder evitar el sufrimiento de gente que es ajena a la lucha por sus intereses políticos y económicos mezquinos, no ceden en ninguna medidia insignificante aunque les muestren miles de fotos peores. No a la GUERRA, si al desarrolo humano.
esta imagen nos vale a todos los k formamos el universo para k no haya mas guerra y no ocurran mas saucesos como los de esta imagen, rezemos a nuetro diosito
Gracias por el artículo, muy interesante.
nos hacemos acompañantes a ste comentario en el mundo entero no debemos aceptar mas guerras los polìticos no saben lo que es vivir al medio de esta orrorosa miseria dios nos creò para amarnos no para sufrir como disminutos esclavos del infierno.
bueno yo por casualida encontre la foto y me acuerdo que ase mucho tienpo mas o menos 5 mese en mi colegio me isieron una prueba de texto de lenguaje y salia esyta imagen me inpresione no se beia muy bien el dibujo en la prueba y ahora la encontre por casualidad y es inpresionsnte .
yo nun ca me dedico a estas cosas no soy de esta onda de sentimentalismo pero al ver la imagen conmuebe por favor tomenconsiensiaa de los actos y de las guerras
es una foto historia y memorable que definitivamente cambio el rumbo de la guerra al menos ante la opinion internacional
pero no seamos optimistas los medios modernos de television han conseguido que las guerras vistas ultimamente parezcan un dia de navidad muchas lucecitas …
para que se acaben las guerras se tiene que acabar primero paises imperiales como estados unidos y eso es dificil
el petroleo se acaba y estados unidos hara las guerras que hacen falta para controlar la unica fuente de energia de la cual depende su sistema
asi que ojo que vendran muchos conflictos mas
el tema es no hacerles el juego que las fotos desenmascaren las verdaderas intenciones de las guerras que por cierto son las mismas desde el nacimiento de la humanidad y a los culpables